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martes, 19 de noviembre de 2013

Como se hacen los Mantecados

Ya falta menos para la Navidad y si las cadenas de supermercados se permiten el lujo de decorar sus fachadas dos meses antes... yo también me puedo permitir poner desde ya mis recetas repostería navideña.
Hoy es el turno del mantecado. El mantecado, tal y como su propio nombre indica, es un dulce en el cual se utiliza manteca. La manteca de cerdo se utiliza para preparar algunos de los dulces más populares del país como por ejemplo... Mantecados! Un dos tres... Responda otra vez! Mantecados! Polvorones! Nevaditos! Magdalenas, Galletas... Helados! Ensaimadas... y podríamos seguir un buen rato más.
Hace poco expliqué como preparar turrón blando y los mazapanes, ahora le toca al mantecado. Posiblemente sea el más sencillo de los tres. Existen muchas variedades diferentes de mantecado con sus respectivos subgéneros y posteriores subespecies. Yo voy a explicaros como se hacen algunos de los más populares y vosotros elegís el que más os guste.

MANTECADOS TRADICIONALES




INGREDIENTES PARA 10 A 13 MANTECADOS
  • MANTECA DE CERDO BLANCA 80g
  • HARINA DE TRIGO 160g
  • AZÚCAR 50g
  • 1/8 DE RALLADURA DE LIMÓN
  • 1 PIZCA DE SAL
  • 25ml DE MISTELA O MOSCATEL
Preparación

1. Ponemos en un bol el azúcar con la manteca de cerdo y vamos amasando, posteriormente vamos incorporando la harina y la sal. Cuando la masa este cogiendo consistencia añadimos poco a poco la ralladura de limón para evitar el efecto pegote. Por último llenamos una copita de mistela y ponemos 25 ml en la masa y el resto para nosotros. Sigue amasando y al final tendrás una bola homogénea. Para que coja más consistencia y se haga mejor al horno envuelve la masa en papel transparente y déjala una hora en el frigorífico. Este consejo lo puedes aplicar siempre que hagas masa para galletas o mantecados.




2. Sacamos la masa del frigo y comenzamos a estirarla con un rodillo. La dejamos del grosor de un dedo y medio, o como a ti te guste. Yo usé unos moldes de galletas para darles forma circular. 



3. Metemos los mantecados al horno a 210ºC con función arriba y abajo, en zona del medio durante unos 14 minutos. Cuando lleve 10 minutos deja solo la parte de arriba del horno. Así evitarás que se tueste demasiado por debajo.


Ahora lo decoramos con azúcar y listo. También puedes usar algún glaseado para dejarlos más bonitos. Este mantecado tiene consistencia media y no lleva casi azúcar. Están muy ricos sin ser espectaculares. Son los de toda la vida, sencillos pero muy ricos y fáciles de preparar.

MANTECADOS DE ANTEQUERA



INGREDIENTES
  • MANTECA BLANCA DE CERDO 250g
  • AZÚCAR 200g 
  • HARINA DE TRIGO 500g
  • ALMENDRA TOSTADA Y MOLIDA 150g
  • CANELA EN POLVO 1 CUCHARADA
Preparación

1. Tostar la harina. Para ello pondremos papel de hornear sobre una bandeja de horno. Extendemos la harina y la metemos al horno, que debe estar precalentado a 130ºC. Removemos cada diez minutos durante 40 o 50 minutos. Debe quedar de color canela. Mezclamos la harina sobre la misma bandeja con la almendra molida. Después dejamos enfriar la mezcla.
2. Ponemos la manteca de cerdo en un cazo y la derretimos a fuego lento. Después la espumamos con unas varillas batiendo con fuerza. Puedes usar la batidora eléctrica sin problema. Una vez que está derretida la ponemos en un bol y añadimos el azúcar y la canela. Seguimos removiendo sin parar y vamos añadiendo progresivamente la mezcla de harina tostada y harina de almendra. Va a llegar un momento en el que tendrás que dejar a un lado las varillas y amasar con las manos. 
3. Cuando la masa ya es homogénea se extiende sobre una superficie plana y se alisa con un rodillo. Debe quedar un grosor de entre 1 y 2 dedos. Si tienes moldes puedes usarlos para cortar la masa, si no siempre puedes usar un vaso o una taza de café. Ponemos los mantecados en una bandeja de horno forrada con papel y metemos a calentar a 170ºC durante 7 minutos. Hay que dejarlos enfriar y ya están listos para comer.

Este otro mantecado es un poco más compacto pero no mucho más. Al tostar la harina el mantecado queda crujiente por fuera y mantecoso por dentro. Además estos mantecado se conservan durante mas tiempo precisamente por el tema de la harina tostada. 

MANTECADOS DE LIMÓN



INGREDIENTES
  • HARINA DE REPOSTERÍA 500g
  • MANTECA DE CERDO BLANCA 250g
  • AZÚCAR GLASÉ 250g
  • LA RALLADURA DE MEDIO LIMÓN 
Preparación

1. Aquí también tostamos la harina pero lo haremos a 170ºC durante una hora. Removiendo cada diez minutos para que el tueste sea homogéneo. 
2. Mezclamos el azúcar con la manteca de cerdo y la ralladura de limón. Amasamos bien.
3. Añadimos la harina tostada progresivamente y seguimos amasando. El resultado será una masa que podemos estirar sobre la mesa de la cocina. Ahora como en los otros casos tienes que elegir tu molde. Yo uso muchos juguetes de mi hija. Los lavo bien y son moldes perfectos... figuritas con estrellas, rombos, triángulos, círculos... si no tienes moldes de ningún tipo usa la taza de café, si no tienes taza de café eres un triste y no mereces hacer mantecados... 
4. Los metemos al horno sobre una bandeja forrada con papel de hornear. Usaremos la función solo arriba a la máxima potencia durante muy poco tiempo. Entre dos y cinco minutos, lo justo para que se sequen y no se quemen. Los dejamos enfriar y espolvoreamos azúcar glass sobre ellos. Ya está listos. 


Esta receta de mantecados no lleva almendra y si limón. También puedes ponerle almendra. Tendrías que añadir 250g . Salen un poco más frágiles pero con un sabor muy rico. 

MANTECADOS DE MISTELA O VINO DULCE



INGREDIENTES
  • MISTELA O MOSCATEL 1 VASO
  • AZÚCAR 40g
  • AZÚCAR GLASSE PARA ESPOLVOREAR
  • MANTECA DE CERDO BLANCA 200g
  • HARINA DE REPOSTERÍA 400g
Preparación

1. Mezclar en un bol la manteca, la mistela, azúcar normal y la harina. Extender la masa con un rodillo sobre la bancada con un rodillo. Dejar un grosor de dedo y medio. Sacar las figuritas con los moldes y meter en el horno a 180ºC durante al menos 15 minutos. 
2. Sacamos del horno dejamos enfriar y espolvoreamos con azúcar glass y si quieres un poquito de canela.

Estos mantecados se suelen hacer tradicionalmente con forma de rosquilla usando dos moldes redondos de distinto tamaño. Pero no pasa nada si tienen forma cuadrada. 

Podría seguir explicando recetas de mantecados por mucho rato. En algunos casos suelen decorarse con una almendra en la parte superior, eso se solía hacer para diferenciar los de almendra de los que no la llevan. También se les puede poner por encima semillas de sésamo tostadas. Los hay incluso de cacao. Para hacerlos de cacao sustituye una parte de la harina por cacao en polvo y listo. 

¿QUÉ BEBEMOS? 

Vino dulce, mistela, moscatel o un jerez son la mejor opción. También un anís, licores de hiervas y como no... un café. Yo no tomo café que me subo por las paredes... así que me ponéis un café con leche con la leche fría, gracias.

HISTORIA Y ORIGEN

El origen de los mantecados tiene su polémica. Dos localidades consideran que fueron las primeras en comenzar a elaborar este dulce Antequera y La Estepa. La cuestión es que aunque las primeras referencias escritas se remontan al siglo XVI existe la certeza de que en Antequera ya eran elaborados desde hacía más tiempo. El origen en este caso y como excepción parece no ser árabe, el motivo de esta afirmación es un ingrediente, la manteca de cerdo. Al parecer comenzaron a prepararse debido a un excedente en los dos componentes claves de los mantecados harina y manteca. Durante años Antequera fue la proveedora oficial de la Casa Real. 

Con el paso del tiempo el consumo de estos dulces se fue popularizando y extendiendo desde el interior de Andalucía al resto de la geografía ibérica. Pero no fue hasta el siglo XIX cuando se comenzaron a fabricar con ambición comercial. ¿Fueron doña Filemona Micaela Ruiz y su marido los primeros comerciantes de mantecados? Parece ser que así fue. El marido de Filemona era carretero y llevaba mercancías desde La Estepa hasta Córdoba para venderlas en el mercado y allí comenzaron a comercializarse los primeros mantecados.
A principios del siglo XX La Estepa ya contaba con varias fábricas que incluso comenzaban a comerciar con otros países. 

Actualmente es un dulce imprescindible en cualquier mesa navideña. Aunque los mantecados son populares de otras festividades. 


MANTECADOS O... POLVORONES


Muchos estaréis con la mosca detrás de la oreja... "¿Qué diferencia hay entre el polvorón y el mantecado?". En realidad el polvorón es una modalidad de mantecado. Su nombre es sinónimo de Navidad y éstos sí que solo podemos encontrarlos en estas fechas. Bueno ahora en los supermercados te los quieren "encasquetar ya desde octubre"... ea... y si pudieran decir que ya es Navidad en febrero también lo harían. Odio eso. Los polvorones son tienen según se trate distintas proporciones de almendra, frutos secos, cacao, canela, esencias, azúcar glasé... no os calentéis la cabeza los polvorones son un tipo de mantecado. 


CURIOSIDADES 

  • Tenemos a Don Polvorón que es un personaje secundario de la serie de animación Hora de Aventuras, una de mis programas favoritos. Finn y Jake lo petan.

  • El polvorón más grande del mundo se elaboró en La Estepa y pesó más de 300 Kilos. No me gustan estas cosas, al final siempre se desperdicia comida. Podrían dedicar ese dinero a otras cosas más útiles o mandar el polvorón a un lugar que pase hambre. No me quiero ni imaginar la cara de la gente cuando lo descarguen del avión o lo lancen en paracaídas... que mala es la imaginación a veces. 
  • Mucha gente, eso espero al menos, chafa el mantecado con las manos antes de comérselo. Hay quien incluso se sienta encima, para evitar que se quiebre en las manos.

¿QUÉ BEBEMOS?

Un vino dulce sin duda. Yo te recomiendo una mistela, un cantueso, moscatel o cualquier vino dulce.

COMO LE LLAMAN A LOS MANTECADOS EN OTROS LUGARES
  • Castellano - Mantecado
  • Gallego - Bolo seco friável (según el traductor de google)
  • Alemán - Buttergebäck 
  • Francés - Sablé
  • Inglés - Shortbread
  • Italiano - Frollino
  • Holandés - Sprits

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martes, 8 de octubre de 2013

Cómo Hacer Ajo Cabañil

receta ajo cabañil

AJO CABAÑIL

El Ajo Cabañil es un plato típico de toda la Región de Murcia. Es una comida potente en sabor, económica para el bolsillo y muy fácil de preparar. 


He comido Ajo Cabañil unas cuantas "muchas" veces y la verdad es que aunque al principio recelaba del sabor... después de probarlo se vuelve adictivo. El conejo es el invitado estrella y su acompañamiento son las patatas. Existen muchas formas diferentes de prepararlo, cada cocina tiene su propio estilo. Yo os voy a proponer una de tantas para preparar este rico plato típico de la gastronomía murciana. 



INGREDIENTES PARA PREPARAR AJO CABAÑIL
  • UN CONEJO TROCEADO (1 KG) 
  • PATATAS 1 KG
  • 1 CABEZA DE AJO
  • VINAGRE 
  • SAL
  • ACEITE DE OLIVA
  • ROMERO

Ya veis que poquitos ingredientes nos hacen falta. Ni que decir tiene que la calidad de los mismos también va a condicionar el resultado final. El conejo que mejor queda es el recién sacrificado. Solo lo digo por aquellos que tengan la posibilidad de conseguirlo así, hoy en día es complicado.


A COCINAR!!!

1. Cortamos las patatas en trozos. Vamos a freírlas así que no deben ser muy gruesas, pero tampoco finas porque entonces se desharán. Como si fueran gajos de una naranja grande. Hay quien las hace circulares... es lo mismo. Para freírlas usamos aceite de oliva, o de girasol. Quedan mejor con el de oliva pero no hay problema si usamos otro. Tienen que quedar bien doraditas. 

2. Sazonamos el conejo y lo freímos en el mismo aceite. Si antes usaste aceite de girasol... no sirve, tiene que ser aceite de oliva. Hay que dejarlo doradito. Principalmente marcar el conejo por el exterior. Si lo freímos demasiado quedará seco. Hay quién en este paso añade algunas ramitas de romero o tomillo para aromatizar la fritada.

3. Ahora vamos a preparar el majado de ajo y vinagre. Pelamos los dientes de la cabeza de ajo, los ponemos en un mortero con un poco de sal. Aquí la cantidad de ajo va un poco al gusto, si no lo quieres muy potente le pones menos cantidad. Pero si te gusta que los dientes te brillen en la oscuridad puedes ponerle más aún (jejeje). Picamos los ajos los vamos machando en un mortero. Vamos añadiendo poco a poco medio vaso de vinagre y seguimos majando. Las proporciones de vinagre y ajo varían según los gustos de cada uno. Yo te aconsejo, si es la primera vez, que no te pases. 

4. Ya casi lo tenemos terminada nuestra receta de ajo cabañil, solo falta mezclar los ingredientes. Será la misma sartén grande donde habías hecho el conejo y las patatas. Ojo con el aceite. Seguramente tendrás que quitarle un poco de aceite antes de ponerle las patatas, si no te quedará demasiado pringoso. Ponemos las patatas con el conejo y vertemos el majado por encima. Lo calentamos todo unos minutos más y lo servimos. Si lo calientas demasiado corres el riesgo de que las patatas de desintegren. Solo lo justo para que todo quede a la misma temperatura y el ajo no esté totalmente crudo. 

PRESENTACIÓN

Se recomienda comerlo directamente, pero hay quien le gusta dejarlo macerar. El sabor es mucho más intenso. Es un plato para mojar, ya que nos queda mucho aceite de oliva en el fondo, así que no olvides comprar un buen pan.

¿QUÉ BEBEMOS? 

Un vino tinto es lo que mejor combina con este plato. 

VARIACIONES

Antiguamente se añadía pan duro al aceite de oliva para darle más consistencia y hacer un salsa un poco más ligada. También se le podía añadir una rebanada de pan mojada en vinagre o picatostes fritos. Hay quien también añade un poco de agua al majado para rebajarlo. 
Aunque la carne principal es el conejo, pueden usarse todo tipo de carnes, cordero, cerdo... pero lo que realmente combina es el conejo de campo. 
Hay quien también añade especias como ramas de romero, tomillo o pimienta. 

ORIGEN

El nombre ajo cabañil ya nos está explicando que se solía hacer en las cabañas. Seguramente era un plato muy utilizado por los pastores y labradores de los campos murcianos.

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lunes, 30 de septiembre de 2013

Soplillos de la Alpujarra ¿Cómo se hacen?

Buenos días a todos. Hoy por fin voy a subir la receta de los Soplillos de la Alpujarra. Lo cierto es que es una receta que tenía en los borradores desde hace ya algunos días pero que por unas cosas u otras no la había terminado. Hace cuestión de un mes me decidí a probar a cocinar estos dulces tan característicos. Aunque con el nombre de soplillos podemos encontrar muchos dulces tradicionales por España, los alpujarreños seguramente sean de los más llamativos y ricos. Son de origen morisco y sus ingredientes son la almendra, clara de huevo, miel, azúcar y limón. 
Tengo que reconocer supe de estos soplillos a raíz de elaborar los "archineopopulares" (ahí es ná) macarons franceses. En una de las recetas un bloguero comentaba algo así como... menos macarons y más soplillos que es muy parecido pero en versión española. Busqué imágenes y la receta... y me quedé como un Pokemom cuando pierde... PAM! Lo cierto es que era la 3ª vez que iba a preparar macarons... (la primera fue un desastre y la segunda un notable alto)... pero claro, cambié los planes y miré hacia los Soplillos de la Alpujarra como el que acaba de romper el jarrón más caro de la casa del vecino... tranquilos amigos Soplillos, os voy a compensar. 





INGREDIENTES 
  • 6 HUEVOS
  • AZÚCAR 300 g
  • ALMENDRA 150 g
  • LIMÓN 1
Las almendras tienen que ser crudas y si no encuentras puedes usar las tostadas. Puedes ir precalentando el horno a una temperatura de 100ºC.


A COCINAR!!!

1. Lo primero será tostar las almendras enteras crudas. En un sartén que sea antiadherente sin aceite ni sal y esté bastante caliente se ponen a calentar y vamos moviéndolas para que se vayan tostando. Este mismo proceso también se puede hacer en el horno. Se tarda muy poco, notarás como cambian de color pero ten cuidado que no se tuesten demasiado. 

2. Ahora vamos a separar las claras de las yemas. Las yemas las guardamos muy bien en un recipiente hermético en el frigo. Rallamos el limón y después le sacamos el zumo. Las claras las tenemos que llevar a punto de nieve a mano o con batidora de varillas. Mientras las batimos vamos añadiendo el zumo de limón poco a poco y lo mismo con la ralladura. Hay que tener paciencia en este paso. Las claras estarán listas cuando se formen picos al sacar la batidora y no se caigan. Ahora hay que añadir el azúcar poco a poco. La verdad es que este paso con la maquina se hace más rápido. Hay que ponerla poco a poco para que no bajen las claras. Por si no lo habéis notado estamos haciendo un merengue. 

3. Las almendras que ya hemos tostado y separado de la sartén, las vamos a picar en trozos de tamaños distintos. Para eso te aconsejo que lo hagas con un cuchillo grande sobre la tabla. El tamaño medio que sea como el de un piñón más o menos.  Ahora vamos a añadir la almendra al bol de merengue con mucho cuidado. Con una espátula vamos haciendo movimientos envolventes de abajo a arriba. Todo esto es para que no pierda espumosidad y quede más esponjoso. Ahora que ya tenemos la mezcla vamos a preparar nuestra bandeja del horno con papel sulfurizado (de hornear) y con una cucharita vamos haciendo montañitas. Tienes que dejar una buena separación entre los soplillos, porque luego se hacen más grandes y pueden pegarse. Los metemos al horno, previamente precalentado, a 100ºC durante al menos 2 horas. Pero el verdadero truco para saber cuando están hechos es cuando se desquebrajan y les salen grietas. Eso puede ser más tiempo del que os imagináis, tienes que ir mirando el horno, no desesperéis. Veréis que olor más rico se queda en toda la casa. 

4. Sacamos del horno y los dejamos enfriar. Si quieres puedes echarle un poco de azúcar glaseada por encima. Ya están listos.

PRESENTACIÓN

Para todos aquellos que alguna vez habéis preparado macarons o macarrones franceses seguro que el proceso os ha sido familiar. Son muy parecidos pero en "versión española". Tanto es así que dan ganas de colorearlos y ponerles otras esencias de sabores. Incluso de prestan ha ponerles glaseados o siropes por encima. Sería una buena forma de remasterizar a los Soplillos de la Alpujarra, aunque así tal cual ya son una maravilla para los sentidos. Hay quién ahora los prepara en cápsulas de magdalenas a modo cupcake. 

¿QUÉ BEBEMOS?

Son ideales para el café. ¿Yo? Un café con leche, y con eso puedo estar pegando saltos durante todo el día. 

ORIGEN

El origen de los Soplillos de la Alpujarra se remonta siglos atrás. Cuando los musulmanes habitaban la península. Eran expertos en repostería y lo curioso es que usando siempre la misma base de ingredientes eran capaz de combinarlos para hacer cientos de dulces diferentes. Antiguamente no se usaba azúcar, se hacían con miel. El azúcar llegó después desde América. Con el paso del tiempo la receta se refugió en los monasterios donde las monjitas elaboraban todo tipo de dulces para la Semana Santa o Navidad. Actualmente los Soplillos de la Alpujarra son preparados con mucha tradición en localidades como Murtas, Cádiar o Ugíjar pero también los podemos encontrar en Granada, Antequera y muchas otras poblaciones andaluzas. He visto dulces parecidos en otras zonas, pero les llaman suspiros, parece que la esencia es la misma. 

Espero que os haya gustado la receta de los Soplillos de la Alpujarra. Ya veis que son fáciles y rápidos de preparar, y están riquísimos. 

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miércoles, 11 de septiembre de 2013

COMO SE HACEN LOS PESTIÑOS, DULCE ANDALUZ

Los pestiños son uno de los dulces más tradicionales y ricos he comido nunca. Su sabor y forma son inconfundibles y pese a su nombre (un tanto galleguiño), son oriundos de Andalucía (también se elaboran en otras regiones como las Castillas). Yo aún no he tenido el gusto de poder prepararlos, los tengo en mi lista de pendientes, pero me han pasado una receta muy buena. Hace poquito pude probar unos que me trajo mi hermano y aunque no estaban recién hechos eran para empezar y no parar de comer. Son tan fáciles de hacer que seguro que antes de que termine el mes tendré una bandeja preparada.
Aunque suelen elaborarse para fechas señaladas como Navidad o Semana Santa, los puedes  encontrar todo el año en las pastelerías de Málaga entre otras localidades.



Vídeo receta paso a paso

INGREDIENTES 
  • HARINA DE TRIGO 1 Kg
  • 2 LIMONES
  • AJONJOLÍ (SEMILLA DE SÉSAMO)
  • MATALAHÚGA (ANÍS VERDE)
  • BICARBONATO
  • VINO BLANCO 1 VASO
  • ACEITE DE GIRASOL 1/2 L
  • ACEITE DE OLIVA SUAVE 1/2 L
  • AZÚCAR 
  • CANELA EN POLVO Y EN RAMA
Con estos ingredientes salen muuuuuchos pestiños. Si es la primera vez te aconsejo que los reduzcas a la mitad.

A COCINAR!!

1. Ponemos a calentar el aceite de oliva en una cazuela o cazo hondo. Pelamos los limones y nos quedamos con las pieles (no es ralladura de limón, es toda la piel). Cuando el aceite esté calentándose ponemos una cáscara, no hace falta que esté muy fuerte, no debe chisporrotear como si fueran croquetas. También añadimos una rama de canela. Consejo: para que la canela en rama te dure todo el año una vez abierta guárdala en un tarro de cristal. Añadimos dos cucharas de postre de matalahúga (anís en grano). Vamos a dejarlo así unos 5 minutos más o menos con cuidado de que no se queme la cáscara de limón.

2. Mientras, ponemos la harina tamizada en un bol grande. La mezclamos con el ajonjolí (unas cuatro cucharas rasas) y una cuchara de bicarbonato. Removemos y en el centro hacemos un agujero, es el "momento volcán". En ese agujero vamos a poner el vaso de vino blanco. Retiramos el aceite del fuego y le quitamos la cáscara del limón. Lo vertemos en el bol. Seguramente te hará un efecto como de burbujeo, el aceite debe estar recién sacado del fuego, no te asustes. Saldrá humo y se formará una espuma durante unos segundos. Hay que remover todo con una cuchara o espátula. Lo más rápido es usar las manos, pero con cuidado de no quemarte. La verdad es que no se pega nada y se puede amasar con facilidad.
Tened en cuenta que si la masa queda muy arinosa y no se compacta tendréis que añadir más aceite y vino hasta que tenga la consistencia que queremos.
No tienen que quedar grumos. La masa final será de color oscuro y muy manejable. La dejamos en el bol, le hacemos una cruz en el centro con un cuchillo y la dejamos reposar tapada con un trapo durante 20 minutos. Esto se hace para que suba un poco más. 

3. Pasado ese tiempo ya están listos para darles forma. Yo creo que de todo el proceso este es el más complicado porque se necesita un poco de arte o práctica. Pero como te sale masa para hacer muchos seguro que al final le coges el truco. Se trata de coger un trocito de masa, estirarla en forma de rectángulo o óvalo. De grosor como medio dedo (uno o dos centímetros), la cruzamos a lo largo como si cerrásemos una chaqueta con un botón presionando un poco para que se pegue un poquito más arriba que del centro. Así nos queda un extremo semicerrado y el otro abierto. No te van a quedar todos iguales no sufras. El tamaño es al gusto, hay quien los hace más grandes o más pequeños. 

4. Los vamos a freír en el aceite de girasol. Lo ponemos a calentar y también le añadimos la cascará del limón que nos quedaba y otra rama de canela. Lo dejamos unos minutos (debe estar a fuego medio alto), retiramos la canela, el limón y empezamos a freír. Ahora sí es una fritura normal, es decir debe burbujear bien. Para asegurarte que el aceite está en su punto échale un trocito de masa y cuando veas que comienza a freírse ya lo tienes listo. Mientras se fríen hay que darles la vuelta para que se doren por los dos lados. Los vamos secando y dejando en un plato con papel de cocina para que escurran el excedente de aceite. Puede pasar que al poner el pestiño en el aceite se te deshaga. Eso es porque no tiene suficiente harina. Añade más harina a la masa y no te pasará. Yo me volví loco la primera vez por ese fallo.

5. Ya solo queda ponerles el azúcar con canela. También hay quien los hace de miel. El azúcar y la canela en polvo se mezclan en un plato hondo, se coge el pestiño y se emborriza (reboza) en la mezcla. La proporción es un poco al gusto. Tienen que quedar bien cubiertos. Luego los ponemos en vertical sobre el plato para que con un par de golpecitos suelten el exceso de mezcla. Si fuera con miel solo tendríamos que ponerles un poco de miel por encima como si de sirope se tratara. 

PRESENTACIÓN 

Pues podemos poner un par de bandejas o platos, uno con miel y otro con azúcar y canela. Poco más hace falta para que los pestiños estén apetitosos. El aroma que desprenden es su mejor presentación.

¿QUÉ BEBEMOS?

Lo dulce siempre combina muy bien con lo amargo. El café sería lo más aconsejable. Pero si quieres tomar un vino dulce, anís o un licor de hiervas tampoco estaría mal En mi caso... café con leche, como siempre. 


ORIGEN

Es evidente que por los ingredientes podemos hablar de un dulce árabe. Con los años y tras la salida de los musulmanes nos quedaron sus tradiciones y sus dulces. La receta se refugió en muchos conventos donde hoy en día aun se prepara unos pestiños muy ricos. La tradición ha pasado de abuelos a nietos y hoy en día no podemos decir que sea un plato en peligro de extinción, sigue muy vivo y muy presente, por muchos años espero.

Ya tenemos nuestros pestiños preparados para comer. Veis que fácil y rápido? Si vais a prepararlos mandadme una foto y la pondré en una nueva sección en la que estoy trabajando.

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martes, 20 de agosto de 2013

COMO SE HACE EL REBOJO ZAMORANO

Hoy El Plato Típico se va de visita hasta la ciudad de Zamora. Allí vamos a descubrir uno de los dulces más tradicionales y autóctonos de la ciudad, el Rebojo Zamorano. Un pan dulce con aspecto de bizcocho, tan sencillo de elaborar como apetecible para comer. Entremos a http://elplatotipico.blogspot.com.es/ para descubrir cuantas cosas ricas de comer podemos aprender a hacer en Zamora.





INGREDIENTES

  • HARINA 330 g
  • HUEVOS 6
  • LEVADURA ROYAL 5 g 
  • AZÚCAR 330 g
  • MANTEQUILLA
  • RALLADURA DE MEDIA NARANJA, MEDIO LIMÓN O ANÍS EN GRANO (OPCIONAL)
1. Lo primero que haremos será tamizar la harina con la levadura muy bien para que no se hagan grumos. Encendemos en horno con la función arriba y abajo a 180 ºC para que vaya calentándose.

2. Ahora vamos batiendo los huevos con el azúcar. Lo ideal sería ir abriendo cada huevo en un recipiente aparte (por si sale alguno rana). Una vez los tengas todos en un bol los batimos y vamos añadiendo el azúcar hasta conseguir una textura homogénea y blanquecina. Puedes usar si quieres una batidora de varillas, pero no te pases con la velocidad. Si quieres darle algo más de sabor este es el momento. Puedes usar ralladura de limón o naranja. También los hacen con semillas de anís. Es al gusto. 

3. Lo siguiente es ir añadiendo poco a poco la harina con levadura tamizadas poco a poco. Mientras lo hacemos vamos removiendo bien para que no aparezcan grumos. Tenemos que conseguir una masa limpia y brillante. 

4. Para que sean Rebojos Zamoranos auténticos necesitaríamos los típicos recipientes ovalados para hornearlos. La forma como ya he comentado es ovalada con el dibujo en las paredes típico del papel de magdalenas (con pliegues). Eso le confiere a los Rebojos su diseño tan particular. A falta de esos moldes, podemos usar cualquiera. Untamos de mantequilla los moldes para que no se peguen y los rellenamos un poco más de la mitad. Los dejamos en el horno durante 20 minutos. Tenemos que asegurarnos de que la parte superior ha quedado un poco más dorada y agrietada en la parte central. Pasado ese tiempo procedemos como haríamos con un bizcocho. Dejamos enfriar y luego los sacamos del molde.

Y ya tienes hechos tus Rebojos Zamoranos    http://elplatotipico.blogspot.com.es/


PRESENTACIÓN

Estos pequeños bizcochos no tienen mucha presentación. Lo bonitos sería encontrar algún molde similar al que se usa en Zamora. Se toman como desayuno principalmente o a la hora del café. 

VARIANTES

Este bizcocho se puede tomar tal cual, con una capa de azúcar por encima, con ralladura de limón, naranja o anís. Es muy sencillo de hacer.

¿QUÉ BEBEMOS?

Se comen principalmente durante el desayuno. Un vaso de leche o un café sería lo ideal. También están muy ricos con el chocolate caliente. Por lo general se mojan para comerlos. 

ORIGEN

Poco se sabe de su origen exacto. Se conoce que es muy antiguo y que posiblemente se remonta a la época medieval, pero no hay documentos que acrediten esta teoría. Sus ingredientes son muy básicos y eso podría corroborar la hipótesis de su procedencia. La receta ha pasado de generación en generación en las cocinas zamoranas hasta llegar a nuestros días. Hoy pueden comprarse elaborados y embolsados en numerosos comercios de la ciudad, pero aún se siguen cocinando de forma artesanal en muchos hornos caseros. Esos son los mejores sin duda.

Ya no podrás decir que no sabes nada de la repostería zamorana. Además debes animarte a preparar este dulce tan sencillo, rico y económico. Si te ha gustado la receta o tienes alguna pregunta no dudes en hacerla en "comentarios" aquí abajo. 

Gracias por pasar este rato visitando mi blog y espero volver a verte muy pronto por aquí.

Hasta pronto!!!




viernes, 16 de agosto de 2013

SUSPIROS DE MANACOR, REPOSTERÍA BALEAR


Hola a todos y bienvenidos a El Plato Típico. Ya que estamos en pleno mes de agosto y yo no me tomo vacaciones, me voy a permitir el lujo de ir a buscar la receta de hoy a un lugar muy veraniego, Mallorca. Pero no nos vamos a quedar en la capital, visitaremos la localidad de Manacor.
Manacor, aunque algunos no lo crean, ya existía antes de que allí naciese el tenista Rafa Nadal. Es una bella población ligada al mar y con una rica gastronomía. Hoy nos vamos a interesar por uno de sus dulces más tradicionales, los Suspiros de Manacor. Su elaboración es una tradición centenaria que se pierde en los tiempos y son tan ricos como sencillos de hacer.

Otros nombres: Sospirs, sospiros





INGREDIENTES

  • HARINA DE TRIGO 300 gr
  • AZÚCAR 300 gr 
  • HUEVOS 2
  • LIMÓN 1
  • CANELA 1 CUCHARADITA RASA
  • BICARBONATO SÓDICO, 1 CUCHARADITA o 5 gr de LEVADURA ROYAL

A COCINAR!!!

1. Lo primero que debemos hacer es poner el azúcar en un bol y mezclarla muy bien con los huevos. Removemos muy bien con las varillas o las manos hasta conseguir que el azúcar quede diluido. Puedes tardar un rato en conseguirlo, no te preocupes. 

2. Lo siguiente es conseguir la ralladura del la piel de limón sin llegar a la parte blanca. Mezclamos la ralladura en el bol con el huevo y el azúcar. Tamizamos la harina junto con una cucharadita de bicarbonato sódico, otra de canela y la vamos añadiendo poco a poco a la mezcla. Los 300 gr de harina que he puesto en ingredientes son solo una cantidad orientativa. Hay que ir poniendo poco a poco sin dejar de amasar (con las manos o la amadasora) hasta conseguir que la masa no se pegue. Ese será el momento de dejar de añadir harina. Nos quedará una masa parecida a la del pan. 

3. El horno debe estar precalentado a 180ºC. Cogemos una bandeja del horno y le ponemos papel vegetal para evitar que se peguen. También puedes espolvorear un poco de harina. Amasamos la masa para formar cilindros de un dedo de grosor como máximo y de largo un palmo. Redondeamos los extremos. Los ponemos en la bandeja bien separados. La masa se expande y podrían pegarse. Los dejamos en el horno durante 20 minutos. Tienes que estar atento porque quizás estén hechos antes. La señal será que estén totalmente dorados y agrietados. Una vez fuera del horno hay que dejarlos reposar hasta que no estén calientes.

Esta es la dirección de mi blog. Si te ha gustado la receta no dejes de visitarlo para encontrar muchas más.
 http://elplatotipico.blogspot.com.es/ 

PRESENTACIÓN

Los Suspiros de Manacor son un pan dulce casero no apto para dentaduras postizas. Se suele comer como almuerzo, desayuno o merienda. La presentación de este dulce no es muy exigente, es un plato sencillo. Puedes poner varios alineados en una bandeja y será suficiente para ver como se los comen. 

VARIANTES

Bueno, pues realmente es un dulce tan sencillo que pocas variables tiene. Hay quién ni le pone canela ni ralladura de limón. Hay quien le añade semillas de anís, o quién le pone azúcar por encima una vez cocinado. Hay quien usa azúcar moreno. 

¿QUÉ BEBEMOS?

Los Suspiros de Manacor son un bocado complicado y algo seco. Yo aconsejaría un licor de almendras o avellanas. La mistela o el moscatel tampoco serían una mala solución. También se pueden tomar con café o leche en el desayuno. 

ORIGEN

Es un dulce tan antiguo como austero. Los ingredientes hacen pensar que fue de origen árabe pero no he encontrado muchas referencias al respecto. Así que si Rafa Nadal o cualquier otro manacorí está leyendo esto, que se anime a contar la historia de los Sospiros de Manacor




miércoles, 7 de agosto de 2013

RESPIGOS DE LAREDO

RESPIGOS DE LAREDO

Receta para preparar respigos de Laredo

Hoy vamos a preparar Respigos de Laredo. Un plato tan rico como humilde a base de tallos tiernos de nabo. Este plato es toda una tradición en esta localidad y nació de la necesidad. Cuando los pescadores no podían traer suficiente pesca a tierra, el hambre se agudizaba. Los manojos de tallos de los nabos eran comida para el ganado, pero las ingeniosas amas de casa se las apañaron para conseguir hacer de este rastrojo un verdadero manjar. 

Respigos



INGREDIENTES PARA 6 PERSONAS

  • 3 MANOJOS DE RESPIGOS 
  • 1 PIMIENTO CHORICERO SECO
  • 350 gr DE TOCINO ADOBADO O PANCETA.
  • 4 CUCHARAS DE ACEITE DE OLIVA 
  • 4 DIENTES DE AJO
  • 3 CHORIZOS ROJOS
  • SAL

A COCINAR!!

Los manojos de respigos no son tan complicados de conseguir. La cuestión es que si en tu mercado habitual no los tienen tendrás que encargarlos. Con los demás ingredientes no tendrás problemas.




1. Llenamos una olla con agua y le echamos un puñadito de sal. En ella vamos a cocer nuestros respigos durante 20 minutos. Antes de ello tendrás que ir purgando las hojas que estén demasiado secas o feas y quedarte solo con las tiernas. Una vez cocidos los ponemos en un escurridor bajo el grifo de agua fría. Cuando ya no estén calientes hay que estrujarlos para quitarles todo el agua que se pueda y dejarlos reposar.

2. En una sartén ponemos las 4 cucharadas de aceite. En el freímos el tocino adobado hasta que quede como torreznos...(esto es, bien doradito sin estar quemado). Reservamos los torreznos y picamos muy finitos  los dientes de ajo y cortamos en rodajas el chorizo. Los ponemos a freír en la sartén junto con los pimientos choriceros hasta que todo quede en su punto. Ten en cuenta que los ajos no deben quemarse, si ves que comienzan a dorarse en exceso los retiras. Lo mismo te digo para el pimiento choricero. Retiramos todos los tropezones (chorizo, tocino, pimiento y ajos) y los reservamos. 

3. En el aceite resultante vamos ahora a rehogar los respigos. Comprobamos el punto de sal y los dejamos a fuego medio durante unos 5 minutos. Pasado ese tiempo apagamos el fuego y añadimos el plato con el resto de ingredientes a fin de que se mezclen bien en caliente. 

Si en algún momento del proceso notas que te quedas sin aceite para poder rehogar los respigos puedes añadir un poco más. Recuerda de no perder de lengua el punto de sal. 

PRESENTACIÓN

Puedes poner los respigos en una fuente de barro para que todos los comensales puedan picar. Otra forma de presentarlo es a modo de pincho. Para ello cogemos una rebanada de pan, la tostamos y sobre ella extendemos una cama de respigos. Sobre ella ponemos un trozo de chorizo, tocino y pimiento. Una tapa excelente y muy rica. 

VARIANTES

Hay quien pasa mucho más tiempo cociendo los espigos, más de una hora y además le va cambiando el agua para quitarles el sabor amargo. Hay quien le pone un huevo frito encima. Al ser un plato muy local, en cada casa tienen su propia receta. Hay quien los mezcla con gulas, gambas o incluso bacalao desalado.

¿QUÉ BEBEMOS?

Pues un vino tinto de crianza sería el mejor acompañamiento para este plato.

ORIGEN

Como ya os he comentado los respigos nacen de la necesidad. No se sabe muy bien cuanto tiempo hace de ello, pero lo cierto es que la tradición se fue perdiendo a lo largo del tiempo para casi desaparecer. Debemos agradecer a la Cofradía del Respigo su reaparición en la gastronomía actual. De hecho en las escuelas de cocina de la zona se intenta implantar y modernizar este plato tan tradicional para adaptarlo a la nueva cocina. El día de la Inmaculada se celebra en Laredo el Día Internacional del Respigo. Ese día se pueden degustar raciones de respigos de una gran diversidad, clásicos, modernos, conceptuales... El Respingo de Laredo es una receta que ha vuelto para quedarse en nuestras cocinas.




lunes, 29 de julio de 2013

ROLLOS DE AMOR DE JUMILLA

Rollos de amor


Solo por el nombre que tiene, este dulce tradicional jumillano ya merece estar en El Plato Típico. Los Rollos de Amor son uno de los muchos secretos que guarda la repostería de la localidad murciana de Jumilla

OTROS NOMBRES
Almojábenas (en Orihuela), Roscos de Amor

INGREDIENTES

  • 250 ml DE AGUA (1 VASO Y 1/3)
  • 135 ml DE ACEITE DE OLIVA 
  • 65 ml DE ACEITE DE GIRASOL
  • 250 g DE HARINA DE REPOSTERÍA (2 VASOS)
  • AZÚCAR GLASS
  • 5 HUEVOS M
  • 1/2 L DE AGUA
  • 6 CUCHARADAS DE AZÚCAR NORMAL
  • CANELA EN RAMA 
  • LA PIEL DE UN LIMÓN, SIN LO BLANCO
A COCINAR!!

1. Mezclamos los dos aceites, el de girasol y oliva. Esto suele hacerse en muchas recetas de repostería para debilitar la potencia del sabor del aceite de oliva sin quitarle protagonismo. Ponemos la mezcla de aceite y el agua en una olla o cazo a fuego alto hasta que hierva. Entonces poco a poco con una cuchara vamos añadiendo la harina (que debías haber tamizado) y vamos mezclando hasta conseguir una masa homogénea. Esto podemos hacerlo con el cazo retirado del fuego o a fuego muy lento. Ahora toca esperar una media hora hasta que se enfríe totalmente (no lo pongas en la nevera... paciencia). 

2. Ahora viene el punto delicado y clave, añadir los huevos. Se tiene que hacer de uno en uno para que quede bien, y hasta que el huevo no está totalmente integrado en la masa no se pone el siguiente. Con una cuchara de palo, con paciencia y siempre en el mismo sentido para favorecer la mezcla. Esto es muy importante, si no lo haces es posible que no te queden bien. 

3. Sacamos la bandeja del horno y lo ponemos a precalentar a 200 ºC con la función aire si es posible. Engrasamos la bandeja y vamos poniendo pegotones de masa. Ten en cuenta que la masa resultante es muy pegajosa, puedes usar la cuchara de madera para ponerlos. En el horno doblarán el tamaño que tienen, así que sepáralos bien y no pongas más de 8 por tanda. 
Mójate un dedo en agua para darles la forma redondeada y hacerles el agujero. Así es como se hace tradicionalmente, si prefieres usar una cuchara también te servirá.
Ahora los dejamos en el horno durante unos 20-25 minutos. Recuerda, ese tiempo es con la función de aire. Además debes controlar que no se quemen, vigílalos. Si notas que se están quemando por arriba baja la temperatura, no pasa nada. 

4. Cuando ya estén bien hechos los sacamos del horno y los dejamos enfriar sobre la misma bandeja. Espolvoreamos azúcar glass por encima. La cantidad ya es a gusto de cada uno, en Jumilla le ponen bastante. Como variante diré, que antes de espolvorearlos hay quien los moja con almíbar. La verdad es que así están más ricos. 

5. El almíbar es muy fácil de preparar. Se pone el agua a calentar junto con las 6 cucharadas de azúcar, la canela en rama y el limón. Se deja a fuego lento hasta que vaya reduciendo y ya tienes tu almíbar listo. Mejor aplicarlo mientras estén calientes los rollos. 


PRESENTACIÓN

En una bandeja con un papel debajo para que absorba el exceso de almíbar. Los apilamos de forma caótica. No, no son macarons, ni pastitas danesas. Son Rollos de Amor de Jumilla y no necesitan ser perfecto, porque no existen los amores perfectos, pero sí los riquísimos y dulces.

VARIANTES

Ya te las expliqué antes. Almíbar sí o almíbar no, aceite de oliva al 100% o adulterado con suavizado con girasol, más o menos azúcar glass. 

¿QUÉ BEBEMOS?

Como todo dulce manchego, la mistela, los licores de hiervas y un moscatel serían lo mejor. Con una café bien rico también van perfectos.

ORIGEN

Los Rollos de Amor son un dulce de origen árabe, aunque hay quien piensa que realmente pueda ser un dulce judío. En cualquier caso son muchas las generaciones de jumillanos que han ido pasando la receta de unos a otros hasta llegar a nuestros días. Por supuesto los monasterios de la zona también tuvieron un papel muy importante a la hora de conservar la tradicional elaboración. Ahora todos podemos disfrutar de este dulce tan exquisito y sencillo de elaborar. El nombre viene dado de que son típicos de San Valentín.